¡Anda, qué te cuento de The Garrison en Jaén! Mira, te lo voy a contar con todo el arte y el salero que llevo dentro, como buena andaluza. Porque sí, aquí en Jaén, tenemos de todo un poco: olivos hasta donde alcanza la vista, sierras que parecen pintadas y, claro, un sitio como The Garrison que se ha convertido en todo un referente.
Antes de llegar a The Garrison, déjame llevarte de paseo por nuestra tierra.
Jaén es una ciudad que se disfruta a pie.
Te bajas del coche y ya estás oliendo a aceite de oliva y a jazmín. Te das una vuelta por la Catedral, que es una maravilla, y sientes como si las piedras te contaran historias de siglos atrás.
¿Has subido al Castillo de Santa Catalina? Desde allí se ve todo Jaén, con sus tejados rojizos y el mar de olivos que se extiende hasta donde alcanza la vista. Ese paseo, chiquillo, no te lo puedes perder.
Mi primera vez en The Garrison
La primera vez que fui a The Garrison me esperaba algo diferente, lo confieso. Uno siempre tiene una idea preconcebida, pero cuando entré, aquello me rompió los esquemas.
Es un sitio con una mezcla de lo moderno y lo tradicional, algo que no te esperas encontrar aquí en medio de Andalucía. Tienen una decoración que te invita a quedarte, como si estuvieras en el salón de casa, pero con ese toque chic que tanto gusta.
Y la comida, ¡ay la comida! Si te gusta comer bien, aquí vas a flipar. Tienen una carta que combina platos de toda la vida con innovaciones que te dejan el paladar aplaudiendo.
Recuerdo una vez que probé las croquetas de rabo de toro y madre mía, qué espectáculo. Luego, tienen unas tapas de diseño que no las encuentras en ningún otro sitio. Todo regado con un buen vino de la tierra, porque aquí no perdemos el norte, ¿sabes?
Te cuento una anécdota que me pasó. Una vez fui con unos amigos de toda la vida, y uno de ellos, muy tradicional él, no estaba convencido de eso, de las modernidades en la comida. Se pidió una tapa clásica de jamón y queso, y cuando probó una de las innovaciones, terminó chupándose los dedos. Esas cosas son las que hacen de The Garrison un sitio especial, porque aúna lo de siempre con lo nuevo.
Pero no todo es perfecto, no te voy a engañar. A veces, cuando el sitio está hasta arriba, el servicio puede ser un poco lento. Y los precios, bueno, no son para todos los días si tu bolsillo está ajustado. Pero oye, ¿qué sitio no tiene sus cosas?
En mi humilde opinión, The Garrison es de esos lugares que tienes que visitar al menos una vez si estás por Jaén. No solo por la comida, sino por el ambiente y la experiencia en sí. Es un reflejo de cómo nuestra tierra puede innovar sin perder sus raíces.
Así que ya sabes, si quieres pasar un buen rato, disfrutar de buena comida y empaparte del espíritu jienense, no dudes en hacer una visita a The Garrison. Y si te pasas por allí, ¡nos vemos en la barra!